Si quieres disfrutar de una comida deliciosa y que sea beneficiosa para tu salud, tu presupuesto y el planeta, es hora de que te pases a uno de los métodos de cocción más populares. La nutricionista certificada Juliette Kellow revela 9 motivos por los que deberías ponerte a toda máquina en la cocina…
1. La cocción al vapor conserva las vitaminas
Cocinar al vapor es uno de los mejores métodos para asegurarte de que los alimentos conserven su frescura. Los nutrientes solubles en agua – como por ejemplo, la vitamina C y el ácido fólico (una vitamina B), que se encuentran en grandes cantidades en muchas verduras – pierden parte de sus propiedades con el calor y el agua. La cocción al vapor mantiene separadas las verduras del agua caliente para que conserven una mayor cantidad de vitaminas, especialmente en comparación con otros métodos de cocción. Por ejemplo, al hervir, estas vitaminas se filtran en el agua de cocción y acaban en el desagüe en lugar de en nuestro cuerpo. Esto es muy positivo, ya que la vitamina C y el ácido fólico nos ayudan a estar menos cansados, y son importantes para mantener nuestro sistema inmunitario en buena forma.
2. La cocción al vapor aporta un chute de antioxidantes
Cocinar rompe las células de los alimentos lo que puede aumentar la cantidad de algunos antioxidantes y facilitar su absorción y su uso por parte de nuestro cuerpo. Numerosos estudios demuestran que la cocción al vapor es especialmente beneficiosa a la hora de preservar antioxidantes (como, por ejemplo, flavonoides, antocianinas y glucosinolatos3) ya que, a diferencia de hervir, no hay agua de cocción que facilite su filtrado. De esta manera es menos probable que pierdan parte sus propiedades por el calor. Esta es una ventaja importante, ya que los antioxidantes ayudan a eliminar sustancias dañinas, conocidas como radicales libres, de nuestro cuerpo antes de que puedan dañar las células, lo que, a la larga, puede provocar problemas de salud.
3. La cocción al vapor es perfecta para una alimentación saludable
Además de contribuir a mantener las vitaminas y los antioxidantes de la comida, la cocción al vapor ofrece otras ventajas para ayudarnos a comer de manera más saludable. En primer lugar, es una forma de cocinar sin grasas, y eso es un notición para la cintura. Una cucharada de aceite contiene aproximadamente 407 kJ/100 kcal y 11 g de grasa; reduce esa cantidad cada día y, en un año, ¡habrás eliminado más de 4 litros de aceite de tu dieta y ¡habrás reducido calorías suficientes para perder hasta 5 kg! Además, a diferencia de otros métodos de cocción, como hervir, no es una práctica muy habitual añadir sal a la comida que se está cocinando al vapor. Eso es fantástico para nuestra salud, ya que la ingesta habitual de grandes cantidades de sal está relacionada con la hipertensión, lo que nos pone en riesgo de sufrir infartos e ictus.
4. La comida tiene un aspecto y un sabor fantásticos
¿Alguna vez has servido un plato de verduras cocidas blandas, aguadas y sosas? ¿O has acabado con un pollo a la plancha reseco? ¿O te ha ocurrido que, al freír gambas, se han quedado tiesas? Entonces, ha llegado el momento de cambiar a la cocción al vapor. Permite que los alimentos conserven su color, su forma y su textura, ya que no entran en contacto directo con el agua caliente ni se someten a una temperatura extremadamente alta. La cocción al vapor mantiene la humedad de los alimentos sin que se empapen de agua. Por ejemplo, el brócoli aumenta su peso un 12 % aproximadamente debido al agua que absorbe al hervir. En cambio, este incremento es de tan solo el 4 % al cocinarse al vapor. En otras palabras, es menos probable que las verduras al vapor queden blandas y aguadas en lugar de crujientes y vibrantes. Entonces, no te sorprenderá saber que un pequeño estudio ha concluido que ¡9 de cada 10 personas prefieren las verduras al vapor a pesar de cocerlas normalmente en casa! Por otra parte, cocinar al vapor significa que es poco probable que los alimentos, como el pescado, el pollo y la carne, queden resecos, endurecidos o tiesos, como puede ocurrir al asar, cocinar a la plancha y freír, ya que, en estos casos, los productos se cocinan a temperaturas muy altas. En su lugar, los alimentos cocinados al vapor están repletos de proteínas y quedan húmedos, tiernos y apetecibles.
5. La cocción al vapor es un imán de sabor
Cocer la verdura en agua caliente «diluye» su sabor, lo que normalmente hace que resulte insípida. Por el contrario, la cocción al vapor mantiene el sabor de igual forma que permite conservar los nutrientes. La cocción al vapor es también el método perfecto para preservar otros sabores en los alimentos sin necesidad de añadir sal. Cuando cocines al vapor, prueba a añadir a tus comidas algunos de los siguientes potenciadores naturales del sabor para deleitar tu paladar:
- Hierbas frescas: tomillo, romero, estragón, albahaca, cilantro, perejil, salvia, eneldo y hojas de lima kaffir…
- Rodajas de limón, lima o naranja (o espolvorea la comida que quieras cocer al vapor con la ralladura de un cítrico)
- Rodajas de cebolla y cebolleta cortada en trozos grandes
- Trozos de ajo, chile, jengibre o citronela
- Aceites aromatizados: aceite de sésamo, nuez o avellana, además de otros infusionados con hierbas, chile o ajo (rocía un chorrito de aceite en la comida antes de cocerla al vapor)
6. La cocción al vapor es fácil y rápida
La cocción al vapor es uno de los métodos de cocción más fáciles que existen. Una vez que hayas preparado los alimentos, solo tienes que colocarlos en el electrodoméstico, dejar que el vapor haga su magia y servir a continuación. ¡Así de fácil! No es necesario darle la vuelta a la comida para que se cocine de manera uniforme ni vigilar para que no se queme ni se desborde el agua hirviendo. Esto hace que la cocción al vapor sea fantástica si no tienes experiencia en la cocina, no te gusta cocinar, no tienes tiempo o estás ocupado con varias tareas mientras preparas la comida (por ejemplo, ayudar a tus hijos con los deberes o vaciar el lavavajillas). A este respecto, la cocción al vapor evita que realices esfuerzos o utilices utensilios adicionales, lo que disminuye la cantidad de platos por fregar, te permite ahorrar tiempo y te ayuda a reducir la cantidad de agua que utilizas, contribuyendo de forma muy positiva al cuidado del medio ambiente.
7. La cocción al vapor es versátil
Muchos de nosotros estamos familiarizados con la preparación de las verduras al vapor. Pero hay muchos otros alimentos que también se pueden cocer al vapor, entre los que se incluyen el pescado, el marisco, el pollo, la carne, el arroz, las patatas y la fruta, además de dumplings y postres como, por ejemplo, un pudin esponjoso. La cocción al vapor es también ideal para recalentar la comida sin afectar a su calidad, textura o sabor. Como ocurre siempre que recalientas comida, asegúrate de que el plato esté bien caliente antes de servirlo.
8. La cocción al vapor es perfecta para alimentos delicados
El vapor cuece la comida a más baja temperatura que cuando cocinas a la plancha, asas o fríes, por lo que es perfecto para alimentos delicados como, verduras y mariscos, que pueden estropearse si se aplican temperaturas extremadamente altas. Además, la comida permanece inmóvil cuando se cuece al vapor, lo que ayuda a mantener los alimentos intactos. En cambio, al cocinarla en una olla de agua hirviendo, no para de moverse, y este movimiento continuo se traduce en una mayor probabilidad de que se estropeen los alimentos. La cocción al vapor significa que, independientemente del alimento que cocines, obtendrás muy probablemente un plato de comida con un aspecto increíble y un sabor delicioso.
9. La cocción al vapor te permite ahorrar dinero y cuidar el medio ambiente
Muchos de nosotros apagamos las luces, cerramos las puertas para mantener el calor en las habitaciones o bajamos el termostato de los radiadores cuando queremos reducir las facturas energéticas. Sin embargo, reducir el consumo de energía en la cocina también puede ayudarnos a ahorrar.
Mediante el uso de la potente tecnología Vapor turbo, con un depósito de agua de 800 ml y 2 salidas de vapor para inyectarlo en su cavidad, el horno de vapor CS89L de Panasonic permite que varios platos se cuezan al vapor o se cocinen simultáneamente en dos niveles. Esta solución no solo permite ahorrar tiempo, sino que también reduce el malgasto de energía al no ser necesario encender mandos independientes ni la parrilla o el horno. La cocción al vapor también permite reducir la cantidad de agua que utilizamos —una gran olla admite unos 3 litros de agua—, lo que, de nuevo, resulta muy beneficioso para el planeta y puede ayudarte a ahorrar un poco de dinero si utilizas un contador de agua.
Referencias
- McCance and Widdowson’s The Composition of Foods, 7th Edition.
- Reglamento (UE) n.º 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre de 2011, sobre la información alimentaria facilitada al consumidor. Anexo XIII – Ingestas de referencia.
- Palermo, M et al (2014) The effect of cooking on the phytochemical content of vegetables. Journal of the Science of Food and Agriculture 94, 1057-1070. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24227349
- Rennie, C and Wise, A (2010) Preferences for steaming of vegetables. Journal of Human Nutrition and Dietetics 23 (1), 108-110. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19943843
El horno de vapor CS89L de Panasonic ofrece comodidad y versatilidad, sin comprometer la calidad nutricional de tus comidas. Gracias a la función de vapor integrada, entre otras opciones fáciles de usar, este elegante modelo será la adición perfecta para cualquier cocina.
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