Extracción de jugo en su estado más puro: el bar de zumos en casa
Cuando se trata de sabor y frescura, no es ningún secreto afirmar indudablemente que un zumo recién exprimido no tiene nada que ver con cualquier otro que puedas encontrar en las estanterías del supermercado.
No obstante, resulta más fácil abrir el frigorífico, coger una botella y verter un poco de zumo. La comodidad en su máxima expresión. Y, si buscas un sabor más fresco, añades todos los ingredientes a la batidora y los mezclas hasta obtener un batido…
… o, lo que es lo mismo, preparas un «smoothie» que no tiene una textura precisamente fina o un puré de manzana que se parece más a un potito de bebé que a una bebida refrescante y fría.
Por tanto, tuvimos que replantearnos la forma de exprimir, aunque, por suerte, conseguimos que nuestros amigos de Panasonic nos enviaran el exprimidor MJ-L500 para probarlo.
¿Por qué exprimidor debes decantarte?
Siempre hay un electrodoméstico que se adapta prácticamente a todas las necesidades y a todos los gustos. ¿Dispones de una gran parcela de tierra con manzanos, por ejemplo, y quieres elaborar todo tipo de zumos de manzana con un largo período de conservación? Entonces, un exprimidor de baja velocidad es indudablemente el electrodoméstico ideal para ti.
Aunque, al igual que nos ocurre a nosotros, lo que la mayoría de las personas quiere es disfrutar esporádicamente de un zumo recién exprimido.
Tanto los exprimidores centrífugos como los de baja velocidad, tal como se conocen, permiten elaborar zumos recién exprimidos en cantidades más pequeñas y con un menor tiempo de conservación.
Los exprimidores centrífugos producen zumo con una alta velocidad de rotación, lo que provoca que se pierdan valiosos nutrientes en el proceso de extracción del jugo debido a la inevitable generación de calor. Por el contrario, los exprimidores de baja velocidad exprimen la fruta y la verdura lentamente sin producir calor. Por tanto, la extracción de jugo en frío es la forma menos agresiva de producir zumos frescos y saludables.
¿Qué frutas y verduras son las más adecuadas para exprimir?
Al extraer el jugo, lo más importante es, además del propio extractor de zumo, la calidad y la idoneidad de las frutas y verduras, por supuesto.
El hecho de que solo pueda extraerse una pequeña cantidad de zumo de un plátano es algo bastante obvio, ¿no crees?
Por tanto, las variedades de frutas y verduras que producen cantidades especialmente grandes de líquido y volumen, y que no son demasiado dulces, son el tipo ideal que debe utilizarse para exprimir.
Entre estas frutas y verduras, se incluyen, por ejemplo:
- Cítricos (naranjas, limones, limas y pomelos)
- Manzanas
- Pepinos
- Zanahorias
- Apios, etc.
Pero presta atención: para extraer los máximos beneficios para la salud del zumo, no tiene sentido exprimir solo las frutas azucaradas. Obviamente, el sabor es más atractivo, pero, por desgracia, las beneficiosas encimas, vitaminas y nutrientes quedan bastante eclipsados por el alto contenido de fructosa.
Por tanto, simplemente intenta sustituir algunos de los ingredientes de frutas dulces por deliciosas verduras de hoja verde, como espinacas baby, lechuga y col rizada; hierbas frescas, como perejil; y condimentos saludables, como jengibre y menta.
Una proporción de mezcla comprendida entre aproximadamente el 80 por ciento de verduras y el 20 por ciento de fruta es una buena orientación.
El paladar puede acostumbrarse con bastante facilidad a un gusto menos dulce y, en un santiamén, los sabores más sutiles, y también los más fuertes, serán más atractivos que los sabores dulces. ¡Prometido!
¿Cómo se preparan las frutas y verduras?
Corta o prepara las frutas y verduras de la forma que sea necesaria para adaptarse al tamaño del tubo alimentador del exprimidor.
Pela los cítricos (aunque, para los más atrevidos y aquellos que compran productos de calidad orgánica, también puede dejarse parte de la piel para añadir un aroma cítrico y afrutado). ¡Se te hará la boca agua!
Puedes retirar o dejar también el corazón de las manzanas, las peras, etc., según prefieras.
¿Todo «bio»?
Al exprimir, resulta especialmente importante obtener toda la concentración de ingredientes saludables de las frutas y verduras en cuestión. Por tanto, los pesticidas y productos químicos similares no tienen cabida en un zumo recién exprimido.
Si no quieres o no puedes acceder a ingredientes exclusivamente orgánicos, asegúrate al menos de que parte de las frutas y verduras que selecciones sean variedades de origen orgánico. Las frutas y verduras más populares, como pepinos, tomates, manzanas y fresas, son por desgracia las más perjudicadas en lo que respecta a la exposición a pesticidas.
Consulta, por ejemplo, esta lista de la organización estadounidense sin ánimo de lucro Grupo de Trabajo Medioambiental (Environmental Working Group, EWG) para obtener una importante visión general de los alimentos convencionales que están especialmente expuestos a pesticidas.
Al realizar tu compra de frutas y verduras, es recomendable optar por un supermercado que venda comida orgánica de confianza, prestando especial atención a los productos regionales y de temporada. El mercado semanal es también un lugar ideal y, con el tiempo, descubrirás cuándo y dónde encontrar las mejores manzanas y remolachas orgánicas.
¿Cuál es el período de conservación de un zumo exprimido?
Obviamente, es mejor beberse un zumo recién exprimido de inmediato porque aún contiene todos sus valiosos nutrientes. En cuanto la fruta se expone al oxígeno, se oxida y va perdiendo sus beneficios gradualmente. Esto ocurre de manera especialmente rápida con zumos que contienen clorofila, es decir, los zumos verdes.
Sin embargo, el estrés de la vida cotidiana puede hacer que no siempre tengas tiempo de utilizar el exprimidor a diario. En este caso, el zumo se puede guardar en botellas de vidrio limpias y herméticas durante tres días como máximo en el frigorífico. Es posible que su contenido ya no sea tan rico en vitaminas, pero seguirá estando delicioso.